Ahorro, eficiencia y seguridad son algunas de los beneficios que ofrece la utilización de aeronaves controladas a distancia para una inspección termográfica de instalaciones fotovoltaicas.
El uso de drones se ha vuelto tendencia en los métodos de inspección visual para controlar el correcto funcionamiento que tienen las plantas fotovoltaicas en el país, lo que permite detectar elementos que presenten un funcionamiento defectuoso y averías, a través de reportes hechos con las imágenes proporcionadas por estos aparatos, para evitar que posibles fallas provoquen un daño mayor o un paro en la instalación, según indican a Revista ELECTRICIDAD los especialistas en esta materia.
A juicio de los actores consultados, en principal desafío es mejorar la calidad de la información mediante sistemas de procesamiento, que sean automatizados, para entregar análisis útiles y fáciles de entender con el objetivo tomar decisiones de la manera más eficiente y oportuna.
Retos
Sergio Carmona, fundador y gerente de proyectos de Adentu Ingeniería, señala que las inspecciones a las infraestructuras de energía implican un gran desafío por las condiciones operacionales necesarias para realizar levantamientos en terreno.
«Para plantas solares el dron realiza un barrido continuo, obteniendo imágenes de toda la superficie cubierta por los paneles solares. Además, para la inspección de parques solares existe la Norma IEC 62446-3, donde se indican condiciones recomendadas para un levantamiento termográfico con drones, complementada con una guía de cada fabricante sobre el correcto uso de sus cámaras termográficas», sostiene el ejecutivo.
Para Víctor Pinto, jefe de área técnica de AvSan Drones, las inspecciones con termografías en una planta fotovoltaica se «realizan a cada uno de los paneles que hay en la planta. Hay plantas que tienen hasta 36.000 paneles. La idea es buscar y encontrar fallas en la presencia de puntos en donde aumenta la temperatura por un fenómeno que es el aumento de la resistencia eléctrica«.
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Procedimiento
Para efectuar las inspecciones termográficas con drones en plantas solares o líneas de transmisión, se requiere de un procedimiento y propósito. Julio Rejón, gerente general de Rentadrone, sostiene que las condiciones del clima, la altura sobre el nivel del mar y la calidad de la imagen son algunas de las características que se deben tener en consideración al momento de utilizar las aeronaves, además de otros procedimientos a considerar:
- Si el dron vuela en un día soleado se debe tratar de evitar el reflejo del sol y el desenfoque por causa del movimiento del gimbal.
- También se debe volar en paralelo o perpendicular a las líneas de transmisión (nunca en diagonal).
- Hacer un sobrevuelo a gran altitud también esútil al momento de detectar fallas grandes.
- Se debe asegurar que las imágenes contengan metadata (GPS, altitud, timestamp, etc.).
- Verificar la data antes de dejar la planta después de cada jornada.
Esto es compartido por AvSan Drones, quien sostiene a ELECTRICIDAD que existen una serie de requisitos que son particulares y específicos.
- En primera instancia se realiza una calibración de los sensores involucrados.
- Una vez que se tiene identificada el áreas, donde están las mesas que serán inspeccionadas, se diseñan las líneas de vuelo en base al requisito del cliente del tamaño del pixel que desea obtener para las imágenes. Generalmente el tamaño del pixel no supera los 5 cm, lo que condiciona la altura y la velocidad de desplazamiento.
- Terminada la segunda fase, comienza un requisito técnico que el cliente pone como condición, que es poner a funcionar los paneles. Para que un panel fotovoltaico se ponga en funcionamiento se tiene que alcanzar una radiación mínima de 400 watts por m2 y una vez que comienza la radiación se da inicio a la inspección y al levantamiento de información hasta que la radiación decae.
- La siguiente etapa que es el análisis de la información levantada en terreno en gabinete. Esta etapa la desarrolla un termografista y de esa forma de construye el informe de los resultados obtenidos de la inspección de la planta solicitada por el cliente.
Miguel Ángel de Villota de Frutos, CEO de CEGADrone, destaca que para cada tipo de inspección dentro del sector energético, «el procedimiento es específico, al igual que el tipo de dron y los sensores que este debe de llevar para obtener los datos que posteriormente se analizarán en base a un software diferenciado».
Normativa
Dentro de estas exigencias que rigen la operación con drones Sergio Carmona señala que existen dos normas vigentes de la Dirección General de Aeronaútica Civil (DGAC), donde se especifican requerimientos y condiciones, «como son la DAN 91 “Reglas de Aire” y la DAN 151 “Operaciones de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS) en asuntos de interés público, que se efectúen sobre áreas pobladas”, las cuales regulan la forma de operar sobre zonas no pobladas y pobladas respectivamente, siendo ésta última más restrictiva».
«En general, los requerimientos para operar bajo estas normas incluyen: Registro del equipo RPAS en la DGAC, para lo cual debe cumplir una serie de requisitos técnicos y operacionales (p.ej paracaídas); Credencial de Operador de RPAS otorgada por la DGAC y contar con un Seguro de Responsabilidad Civil para Operación Comercial debidamente aprobado por la Junta de Aeronáutica Civil», agrega.
Miguel Ángel de Villota de Frutos complementa que «existen diferentes regulaciones, que afectan y deben de cumplirse en diferentes sectores y que además aplican en conjunto, tanto en Safety como en Security, tanto en la parte aérea como en la parte de trabajo».
Desafíos
Sergio Carmona destaca que las inspecciones en las estructuras de energía implican desafíos «no sólo por las condiciones operacionales para realizar los levantamientos en terreno sino por la criticidad de los activos, que demandan una alta disponibilidad y el menor tiempo de intervención y mantenimiento».
«Adicionalmente, la incorporación de esta tecnología ha permitido contar con una mayor cantidad de información, lo que convierte en un factor relevante las capacidades de procesamiento, visualización y distribución de gran cantidad de datos a la hora de tomar una decisión respecto de la solución a adoptar», añade el ejecutivo.
Miguel Ángel de Villota de Frutos destaca que «el futuro estará en los pequeños equipos autónomos y la implantación de futuros nidos en las torres de transporte y el reconocimiento por pasos de falta en la distribución y la localización de fallas en la operativa diaria, mantenimiento correctivo».
«Cada día son más las empresas que están usando intensivamente estas soluciones tecnológicas, obteniendo sus ventajas y beneficios en menores costos, tiempos y mayor seguridad en sus actividades. Probablemente, en el mediano plazo, el uso de estas tecnologías será un estándar para la gran mayoría de las industrias», concluye Carmona.